2012/08/09

El deseo

1.¿Qué es lo que el hombre desea?

En la Fenomenología del espíritu hay un fragmento que Hegel desarolla la conocida dialéctica del amo y el esclavo.

Allí, plantea el origen de la historia, es decir, explicita como empieza la historia, que no es más que el origen de las relaciones humanas. Una entre las tantas posibles Para Hegel la historia comienza cuando se enfrentan dos deseos, dos consciencias deseantes

Antes de continuar es necesario mostrar la diferenciación que establece entre el deseo humano y del deseo animal.

El deseo humano desea deseos. El deseo de un hombre desea el deseo de otro. es decir, desea que el otro le reconozca...pero que lo reconozca como su superior, a saber, que se le someta (el otro)

En cambio, el animal desea cosas. Las cosas que desea, generalmente se las come...cosas naturales, la materialidad.

El hombre no desea cosas naturales, y este es uno de los descubrimientos de Hegel.
Para él, la consciencia es deseo, con lo cual Hegel saca a la consciencia de ese inmanentismo idealista en la que se encontraba, entendida como una consciencia como interioridad (al modo cartesiano). Con Hegel al ser una consciencia deseante (Descartes no desea), ésta se expulsa, está arrojada hacia afuera. Para Hegel, lo que yo deseo es el deseo del otro.

De esta forma se establece el enfrentamiento: yo deseo que el otro se me someta, a saber, deseo que el deseo del otro me reconozca. Pero el deseo del otro, tambien espera que yo haga eso (que me someta y me reconozca a él). Este enfrentamiento tiene una resolución, que los dos saben (las dos consciencias deseantes) que se dará en un determinado momento; resolución fruto de una lucha a muerte. El conflicto se resuelve porque una de las dos consciencias tiene miedo a la muerte, un temor.

El que tiene miedo a morir, antepone el temor a la muerte a su deseo.Es más fuerte su temor a morir, que su deseo de ser reconocido por el otro. En cambio aquel, el cual cuyo deseo es más fuerte que el temor a morir, es el que somete al otro. Pero el otro, el que pierde, en él, no es tan fuerte el deseo de ser reconocido.

Fuente: http://filomasnou.blogspot.com